Muchas cosas habían pasado los últimos años, nos habíamos mudado a los alrededores del municipio, mis padres se habían separado y yo acababa de renunciar a mi trabajo, además de haber terminado una relación bastante complicada de 3 años con un morro, si leyeron bien una relación con un vato. Esta relación genero muchos problemas y perdí contacto con varios de mis amigos, mientras que los pocos que conservaba se habían quedado en la colonia donde había crecido, muchos de los cabrones con los que cogia antes de la relación, estaban molestos por haberlos cortado sin ninguna explicación, solo Eduardo seguía visitándome de vez en cuando pero era complicado ya que había entrado a la policía federa. La mayor parte del tiempo me la pasaba ayudando en casa o estudiando, me había propuesto regresar a la escuela y hacer examen para la universidad, necesitaba salir urgentemente del nuevo pueblo, ya que no conocía a nadie.

En las noches la única forma de desfogarme era buscar en internet porno para masturbarme 3 o 4 veces hasta quedarme dormido, pero esto no bastaba era mucha la ansiedad que tenía por coger, me había acostumbrado a tener relajaciones sexuales, en mi vida se había vuelto una necesidad. Fue hasta el segundo mes de estar encerrado en una noche de primavera que no podía dormir, el cuerpo me hervía, sudaba demasiado, me había acostado desnudo solo tapado con una sabana pero el roce de la misma me ponía la verga bien dura, los webos se me sentían calientes e hinchados, ya tenía un par de horas intentando dormir pero no lo lograba, así que decidí levantarme por un vaso con agua, ya en la cocina me quede mirando por la ventana, la luna estaba enrome y brillaba hermoso, desde que me había mudado era la primera vez que contemplaba el cielo de noche, me dieron ganas de salir a caminar, subí a ponerme tenis, un short y una sudadera, sin nada más de bajo.

No tarde mucho en llegar a las orillas del pequeño pueblo donde nos mudamos, no lo pensé mucho y seguí caminando sobre la carretera que conecta con la cabecera municipal (donde vivía antes), me había decidido ir a molestar alguno de mis amigos o mínimo caminar hasta donde el cuerpo me lo permitiera, fue así que llegue a la primera gasolinera, solo había uno o dos traileros tomando algo fuera de la tienda y un solo despachador, dije buenas noches siguiendo mi camino, avance varios cientos de metros, donde el camino comienza hacerse oscuro, los carros y camiones aventaban las luces o tocaban el claxon ofreciendo levantarme, no es común que la gente camine a la orilla de la carretera y tan noche, cuando eso pasa es por qué ocurre algún inconveniente o se necesita ayuda, por lo que muchos se ofrecen a llevarte a la gasolinera más cercana. Seguí caminando, hasta que un trailer se paró delante de mi, se bajo el chofer a revisar las llantas, subió de nuevo y se quedó estacionado, cuando pase a su lado se abrió la puerta del copiloto y gritando dijo ¿A donde vas chamaco? Súbase!, no lo pensé y me trepé al trailer.

El chofer empezó a preguntarme, ¿Qué haces tan noche caminando en la carretera? Voy pal centro le conteste, como no hay transporte me puse a caminar, ¿No te da miedo que te levante un desconocido? Le dije que no traía nada de valor que me pudieran quitar, -uno nunca sabe chamaco que clase de locos te puedas topar en la noche, me puse nervioso, no había pensado ni un momento antes de subirme al camión, – relájate! No soy ningún loco, te vi cuando pasaste por la gasolinera y me llamó la atención verte caminar a esta hora, supuse que ibas hacia el centro y yo voy para haya, pinche alivio que sentí, empecé a poner atención en como era él trailero, un vato maduro de unos cuarenta y tantos años, moreno quemado, cabello negro algo canoso, de bigote, todo norteño, vestido de jeans con una camisa a cuadros negra desabotonada, que dejaba ver su pecho peludo y su panza, unos pinches brazotes grandes y unas piernas gruesas, se notaba que era hombre de trabajo pesado, estábamos sudando un chingo!, y eso que traía la ventana abierta, el calor se sentía muy pesado, un ambiente entre gasolina y sudor de trailero se encerraba dentro de la cabina, no me parecía desagradable, es más era un aroma que me empezó a excitar. ¿De donde vienes? Pregunté – de Iguala Guerrero, vengo a buscar unas piezas para el motor de esta cabeza de trailer, anda fallando y acá tengo un amigo que es mecánico que trabaja chingon!, por eso se siente tanto calor acá dentro. Me quite la sudadera, como no traía playera me quede en con el torso descubierto ¿hay problema si me quedo así? – nel chamaco, encuérate si quieres cabron! Jajaja, pasare a darme un regaderazo en la próxima gasolinera, traigo los webos bien sudados!, en ese momento yo ya no podía contener la erección que el aroma a sudor del trailero mezclado con la gasolina y las ganas de coger habían provocado en mi, no intente disimularla, – Ay cabron! Andas bien filoso, a lo que respondí que sí, las gana de coger me habían animado a ir a buscar jale por el centro, mientras me apretaba la verga, – ahora entiendo, haya en el centro hay muy buenas viejas, pero no dude en soltarle la verdad, la neta no voy por morras, voy a ver si sale algún cabron, – A chinga! Mira quién lo viera tan desmadrozo al chamaco, ¿y que te late que te den o dar? Me saque la verga y enseñándole lo dura que lo traía le dije: me encanta chingarmelos! – No pos si, con esa verga los maricones han de estar bien contentos, cuando ya tengo varios días en la carretera luego me trepo algún maricon para que me la chupe, me quede sorprendido! – cuando uno anda caliente cualquier hocico es bueno, además la maman bien rico! Jajajaja me reí con el.

Eso fue lo que me animo a dar el primer paso,  qué pedo! ¿Ya te la chuparon está noche? – nel me vine directo para mañana temprano regresarme, ¿y hay pedo si te la mamo mientras manejas? Ya le está sobando el bulto, sentí unos pinches webotes y verga gruesa nomas tentando sobre el pantalón, ah cabron! está chiludo, – ¿no que te gustaba chingarse a los maricones? Exclamo! a lo que respondí, pues si compa pero ando bien caliente, además también entre cabrones es rico mamarse la verga, el trailero no hizo nada mientras le bajaba el cierre pero cuando se dio cuenta que no me era tan sencillo con una mano desabrocho el botón y bajo el cierre de su pantalón, luego luego salió un pito gordo, cabezon y bien prieto, con unos webotes peludos que colgaban y el olor a sudor mezclado con orina que me impulsó a mamarsela, en la primera chupada me supo a miados pero después de la segunda ya se sentía el sabor propio de su verga, mientras más me pegaba a mamarla más dura se ponía, una verga bien gruesa y con una cabezota, yo solo tomaba aire para seguir mamando mientras me ahogaba en su aroma a webos sudados, con una mano me sujetaba de su pierna, la otra mano la traía metida en mi short jalándome la verga bien duro, fue ahí cuando me dijo, espérate cabron me vas a hacer chocar, vamos a orillarnos aguanta. Me senté, pero no dejaba de jalarme la verga mientras él se estacionaba. Ahora si chamaco, en que nos quedamos! Se quitó la camisa y se bajo el pantalón hasta los tobillos, mientras yo me quitaba el short, para podérmela jalar a gusto, – estás bien rico cabronsito, me quedé sentado mientras el me acariciaba las piernas y me empezaba a masturbar, yo solo me dejé llevar, cuando sentí que se metió mi verga a su boca, está bien vergon cabronsito, me la mamaba bien Chingon se notaba que no era la primera que se comía una verga, le entraba hasta el fondo de la garganta y cuando tomaba aire abría la boca y escurría la saliva por mis webos, estaba extasiado disfrutando el calor de su boca, cuando me dijo -te toca chamaco! Me agarro de la nuca y con un chingo de fuerzas me empujó a su verga, ahora te toca comértela toda, algo imposible no tengo tanta experiencia mamando así que para mamar a fondo son medio pendejon, me empujaba la verga bien duro como queriéndome reventar la garganta pero cuando sentí que su cabeza por fin entro hasta el fondo, no aguante ni la primera embestida cuando ya andaba con los ojos llorosos y queriendo vomitar, se vino en chinga, -no mames morro qué rico está el morbo, vamos para las regaderas ahí terminamos esto mejor, yo no me había venido así que me latió idea, así nos quitamos el calor y le seguimos al desmadre.

Llegamos a la siguiente gasolinera, donde al fondo de ella hay unos baños con regaderas, estacionamos el trailer y me dice, espérame deja bajo mis cosas para bañarnos, me adelante a caminar, el de la entrada andaba dormido, lo desperté y le dije que dos personas, abrió la puerta en eso llegó el don con una maleta y unas toallas, vamos hijo apurémonos qué hay que buscar donde dormir, no dije nada, lo había dicho como pa que el morro de la guardia no se diera tinta que me había levantado en la carretera y nuestra intensión era más que bañarnos, entramos y había una fila de regaderas con divisiones entre ellas pero sin puerta nos fuimos hasta el fondo, empezamos a encuerarnos y le abrimos a una de las regaderas, yo seguía bien caliente así que mientras me quitaba la ropa la verga se me iba parando, pinche chamaco caliente necesita que te desflemen los webos, se hinco a mamarmela, había una banca larga de metal frente a las regaderas me senté en ella y abrí las piernas dejando que disfrutara de mi verga, lo agarre de la cabeza y se la empujaba tan duro como el lo había hecho antes conmigo, le entraba y le salía mi verga tan rico, que sentía que estaba cogiendome un culito bien apretado, con sus manos puso resistencia y me dijo, espérame! Deja me doy un enjuago rápido, se mojo, saco sus cosas y se empezó a enjabonar, unas pinches piernotas, unas nalgotas y unas patotas que tenía el cabron, solo miraba y me masturbaba mientras el se enjabonaba, no resistí más cuando empezó a quitarse el jabón me hinqué en la regadera mientas le recorría el agua por todo el cuerpo, le mordí las nalgotas y con mis manos las abrí, un culo peludo pero con un hoyito bien sabroso! Sabía dulce y no hacía más que meterle la lengua hasta el fondo intentando alcanzar meterla lo más profundo que se pudiera, gemía tan rico que se escuchaba el eco en las demás regaderas, qué rico lo haces chamaco! Quieres cogerme? Awebo!

Se empinó en el suelo de la regadera y seguí mamando, me ensalive la verga y cuando tenía el culo dilatado me pare para montarme sobre de él y ponerle la cabeza de mi verga en la entrada de su culo, – No te vayas a pasar de lanza! No soy puto y nunca me la han dejado ir, eso me puso más caliente, me escupí la mano, le unte la saliva en la entrada de su culo y me dispuse a meterle la cabeza, se la empuje, sentí como su cuerpo se tensó y su culo apretó el glande de mi verga, relájate compa apenas va entrando… – no manches cabron! No la has metido toda?, nel apenas va la cabeza, – se siente bien cabron! Me vas a reventar el culo, Ud. Aguántese! Que lo rico empieza después de que entra toda!, fui metiendo el resto de mi verga hasta que tope con sus nalgas! – no mames! Chamaco me vas a dejar lisiado! Lo tome de los hombros y me recargué en el para que su ano, se fuera acostumbrando a tenerme dentro, me moví despacio y poco a poco su culo fue aflojando más, mi verga empezaba a entrar y salir más fácilmente, solo se escuchaba el golpeteo de mis webos con sus nalgas y un quejido grueso – ohh! Dame! Dame!- yo solo quería descargar todas las gana que tenía de chingarme un culo, todo el tiempo queriendo sentir un hoyo apretando mi verga y todas las ganas de que mi falo limara un culo con toda mi fuerza!, gemía y gritaba! Mientras su cara tocaba el suelo de la regadera, y yo tenía unas ganas de eyacular dentro de el, -espera! Ya me canse! Deja me volteo, se tiro boca arriba y abriendo las piernas, me dio entrada a usarlo nuevamente, yo sentía su calor del culo estimulando más mi verga y como mis venas le rozaban rico dentro de su hoyo, escuchamos como se abrió la puerta y me detuve, nos quedamos cayados y sin movernos, hasta que se escucho como abrían otra regadera, le tape la boca para que no hiciera ruido y empecé a bombearlo de nuevo, con una mano intentaba no pegar contra la pared y con otra sostenía mi mano que estaba en su boca para evitar que se escuchara como estaba disfrutando que me lo estuviera cogiendo, hasta que empecé a eyacular dentro de el, los chorros de leche se sentían con fuerza golpeando dentro de su culo, eran todas las gana que había guardado tanto tiempo. Seguí bombeando hasta que mi verga se puso flácida, y el me hacía señas con los ojos qué volteara, estaba un señor a espaldas mías viendo el espectáculo que le estábamos dando, se jalaba la verga que aún la traía flácida y se apretaba la cabeza, viendo cómo había terminado, me agarró del culo, la neta no me gusta mucho que me agarren después de venirme y menos el culo, así que le aventé la mano y me levante en chinga, el se alejó a su regadera y yo me empecé a enjuagar, el trailero se quedo recostado en el suelo, todo desguansado disfrutando todo lo que habíamos echo en ese lugar, nos terminamos de bañar y nos vestimos, ya en la cabina del tren, me pregunto ¿todavía quieres que te lleve al centro?, creo que ya no hay motivo para que ir, conseguí lo que quería!, jajaja nos empezamos a reír los dos y me dijo, tons te regreso pa tu pueblo, tomó el retorno y me dejo en la entrada de la unidad donde ahora vivíamos, gracias chamaco estuvo todo muy rico! me dio una tarjeta con unos teléfonos celulares y la imagen de transportes de carga que no tenía nombre, – me marcas para tener tu numero y cuando ande por acá de visita te pase a ver, le dije que si, me bajé del trailer y cerré la puerta.

Así si fue como un completo desconocido, el cual jamás pregunto ni dijo nombre, me levanto en la carretera y me dio uno de los mejores desfogues sexuales, que no había tenido en mucho tiempo.

Espero les haya gustado compas! Les mando un apretón de nalgas, esperando leernos pronto!

ATTE. Su amigo Ikcaro

Twitter: @ikcarosdf

 

 

 

 

 

 

 







Por ElChac